El 22 de marzo se celebra el día de agua. Esta fecha tiene la intención por parte de la Organización de las Naciones Unidas de dar relieve a la importancia de este recurso, de cual adolecen más de 2000 millones de personas en el mundo.
En Venezuela, a pesar de ser un país de abundantes recursos acuíferos y de contar con una infraestructura que abarca a más del 90% de las viviendas, los ciudadanos padecen de constantes interrupciones del servicio y con problemas de calidad. Los organismos públicos encargados de la distribución del agua, por su parte, no ofrecen información oportuna sobre los racionamientos del agua y ninguna sobre los parámetros de calidad del agua que distribuyen.
De acuerdo con estudios realizados por el Proyecto Unidos por la Calidad del Agua, más del 50% de los hogares no cuentas con el servicio de agua potable, al menos 3 veces a la semana. Por otra parte, en cifras que superan el 40%, los participantes de dicho estudio manifestaron que el agua que llega a las viviendas no presenta el color transparente que se espera del agua, sino amarilla o verdosa. La percepción generalizada es que el agua que llega a través de las tuberías correspondientes a los Sistemas Regional del Centro I y II, no cumple con los estándares de potabilización y por lo tanto hay muncha reticencia para usar dicha agua para cocinar o beber. Esto lleva a que las familias destinen una parte importante del presupuesto familiar y de su tiempo en la compra y traslado de agua embotellada, que son consideradas por las familias como aguas mucho más seguras. Por otra parte, la falta recurrente de agua ha conducido a una proliferación de construcción de pozos (profundos en zonas residenciales de clase media y casi superficiales en los sectores populares), por lo general fuera de normativas y afectando la provisión del suministro, para aquellos sectores no beneficiados por dicha construcción.
Estas son algunas de sus causas:
- Racionamiento derivado de la necesidad de mantener el nivel de la cota del Lago de Valencia, lo cual limita la capacidad de producción de agua potable y por tanto su distribución y obliga a mantener un racionamiento.
- Presencia de aguas muy pesadas (hipereutróficas) en las fuentes de los embalses de Pao Cachinche y Pao Las Balsas.
- Contaminación de los embalses por aguas servidas provenientes de la zona industrial de Carabobo y Aragua, muchas de ellas provenientes del trasvase construido para aliviar las aguas del Lago de Valencia.
- Deterioro de las redes de tuberías, muchas de ellas producto de la excesiva cloración de las aguas provenientes de las plantas potabilizadoras.
- Los problemas en el suministro eléctrico afecta el bombeo de aguas desde los embalses hasta las plantas de tratamiento y de allí hasta las redes de distribución.
- Inutilización de las plantas de tratamiento de La Mariposa, Taguaguay y Los Guayos. (Actualmente en proceso de rehabilitación La Mariposa).
- Falta de mantenimiento de los tanques de agua de almacenamiento en los hogares.
- Poca atención comunitaria a los problemas de agua, con consejos comunales con baja representatividad y poca atención de parte de los organismos competentes.
- Crisis económica y sus efectos en la pérdida de recursos humanos y materiales para la atención a los problemas.
- Política de poca transparencia de parte del gobierno nacional, quien no informa a lo que está obligado por la Ley.
Desde el proyecto Unidos por la Calidad del Agua y sus cuatro organizaciones ejecutoras y el respaldo financiero de la Unión Europea, nos hemos planteado un conjunto de soluciones para atender algunos de dichos problemas:
- Atención integral a la problemática del Lago de Valencia. Las aguas del lago de Valencia, son un recurso y puede ser una fuente de agua grises para el uso industrial y agrícola o de aguas blancas y seguras para el consumo humano. La comisión de agua del Centro de Ingenieros del Estado Carabobo ha desarrollado el plan rector de aguas de la cuenca del Lago de Valencia, que posee un conjunto de ideas que pueden ser desarrollados como proyectos para controlar el nivel y una mejor distribución del agua.
- Desarrollar una política de reuso planificado y seguro de las aguas servidas.
- Uso del agua de lluvia, especialmente en los colegios. Esto significaría que por lo menos en los períodos de lluvia poder mitigar los efectos del racionamiento permanente del agua.
- Promover a través de campañas educacionales el uso sostenible del agua
- Promover a través de talleres comunitarios el uso de agua segura a través de prácticas cotidianas en los hogares, con adecuados estándares de almacenamiento y purificación de las aguas.
- Promover el uso racional de las aguas, a través del ajuste de los precios por el uso de agua potable, atendiendo a criterios de eficiencia económica y criterios de equidad. La tarifas deberían estar diseñadas de tal modo, que castigue el consumo de agua excesivo en lo hogares.
- Promover la organización comunitaria para la gestión comunitaria del agua a través de las Mesas Técnicas de Agua y con el apoyo de la sociedad civil.
- Presionar a las instituciones encargadas de la distribución a informar sobre los parámetros de calidad de las aguas que distribuyen.
1 Comentario
Excelente iniciativa . Muy pertinente como parte importantisima hacia el logro de la Gobernanza del Agua.